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Opinión

Consolidación democrática

Por: Agustín Llamas Mendoza Swipe

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El aplauso del pueblo vulgar generalmente es falso y sigue más bien a los hombres vanos que a las personas virtuosas… Francis Bacon

Se suele creer que cuando un país tiene un sistema de partidos y procesos electorales medianamente institucionalizados y con procesos de transparencia y rendición de cuentas, así como un porcentaje relativamente aceptable de participación electoral, entonces en ese país existe democracia. Falso.

Una de las características fundamentales de una democracia es que exista estado de derecho, cero impunidad, un sistema de justicia igualitario y que la cultura social se base en el consenso.

Por supuesto que es importante que en una democracia representativa y participativa exista un sistema de partidos sólido y confiable, pero no es lo único para considerarla como tal. Una de las características fundamentales de una democracia es que exista estado de derecho, cero impunidad, un sistema de justicia igualitario y que la cultura social se base en el consenso; además de que existan procesos de rendición de cuentas y transparencia, y donde efectivamente el sistema garantice un modelo de pesos y contrapesos en todos los ordenes.

 

La impunidad generalizada y los espacios de ingobernabilidad que hoy sufrimos, nos hace concluir que hoy vivimos en una democracia defectuosa. Una democracia donde todos los actores sociales, políticos o económicos gozamos de un sistema de privilegios y prebendas corruptas por medio del tráfico de influencias ante la ausencia de ley o la compra de la misma.

La impunidad generalizada y los espacios de ingobernabilidad que hoy sufrimos, nos hace concluir que hoy vivimos en una democracia defectuosa.

Si de verdad queremos construir y fortalecer un sistema abierto, le debe quedar claro a toda la clase política que ningún actor por sí mismo monopoliza o puede monopolizar las responsabilidades de gobierno. Hoy, la gobernabilidad en nuestro sistema se construye a partir de la corresponsabilidad de todos los actores. La gobernabilidad democrática se construye con reglas democráticas y actores democrátas.

La consolidación democrática implica liderazgo político, gobernabilidad, apertura, transparencia, legalidad y responsabilidad económica, política y social, y participación ciudadana.

 

En la construcción de un nuevo régimen para un nuevo país, es fundamental la cooperación de todos y cada uno de nosotros; y por ello, hoy más que nunca, se requiere hacer un alto en el camino y reflexionar en torno al deber ser ciudadano en este proceso donde todo indica que está en riesgo nuestra transición hacia la consolidación democrática, ya que un sistema que no contempla la libre participación ciudadana y además no da resultados, no sirve para nada.

Si de verdad queremos construir y fortalecer un sistema abierto, le debe quedar claro a toda la clase política que ningún actor por sí mismo puede monopolizar las responsabilidades de gobierno.

Por eso es tan peligroso un candidato o gobernante con criterios autoritarios, populistas y demagógicos en un sistema que está en transición. Es de alto riesgo no apurar, no acelerar nuestro proceso de transición, no modificar las reglas del juego, o peor aún: destruir las instituciones democráticas existentes y caer en el juego mediático de las banalidades matutinas mientras vivimos la crisis económica más profunda de la historia de nuestro país y decenas de miles de cadáveres de acumulan por una pandemia administrada inepta e irresponsablemente.

Nuestro sistema político es una democracia inacabada; si queremos consolidarla no podemos dejar que gobernantes irresponsables y banales se aprovechen de las mínimas condiciones de apertura que hoy prevalecen para imponer reglas del juego y conductas autoritarias y regresivas. Es urgente una ciudadanía responsable y participativa para defender lo que todavía tenemos e intentar la consolidación democrática. AN

Agustín Llamas Mendoza

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