altonivel
Regresar a la edición
Pantalla completa Compartir Accesibilidad Tamaño de texto
A- A+
Animaciones
Iniciar sesión
Opinión

El futuro de la movilidad en México es eléctrico

Por: José Zozaya Délano Swipe

Continua en la historia

Swipe Desliza a la izquierda para continuar

Como representante de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) no me queda duda de que el futuro de la movilidad debe apostar por una senda sostenible y sustentable, en la que se refleje nuestro compromiso con el bienestar del mundo que habitamos. De manera cotidiana me encuentro con quienes consideran que hablar de vehículos eléctricos es un tema propio del siglo en que nos encontramos. Sin embargo, la idea de utilizar este tipo de autos ha estado presente desde 1834, aunque no comenzaron a comercializarse sino hasta 1852, pero encontraron una forma más terminada hacia 1941.  

La idea de utilizar autos eléctricos ha estado presente desde 1834, aunque no comenzaron a comercializarse sino hasta 1852, pero encontraron una forma más terminada hacia 1941.

En ese sentido, quisiera compartir que los obstáculos que se tenían al principio continúan siendo algunos de los retos más apremiantes a los que nos enfrentamos en el presente; con ello me refiero a la construcción de baterías recargables que sean una alternativa viable a los motores de combustión interna. Y es que, en ese proceso de prueba y mejora, hemos transitado al menos por dos etapas en las que se emplearon baterías de plomo hasta llegar a las de níquel-cadmio, que no resultaron tan efectivas como se esperaba.

| Tercera etapa

Hoy nos encontramos en una tercera etapa en la que tratamos de encontrar características sobresalientes que realmente puedan presentarse como una alternativa más amigable con el medio ambiente y se ajusten a las expectativas, necesidades y actitud de los usuarios en la actualidad.  

Como industria, hemos tomado un paso decisivo para afianzar un futuro cercano que resulte sostenible y sustentable, materializado por el compromiso de múltiples armadoras, cuyos planes de desarrollo están enfocados en transitar hacia la electrificación de su producción total de vehículos para el 2030, en línea con el proyecto que la ONU lanzó para combatir el cambio climático en el marco de la Agenda 2030.  

Como industria, hemos tomado un paso decisivo para afianzar un futuro cercano que resulte sostenible y sustentable.

Sin embargo, la política energética de la actual administración ha enviado señales contradictorias. Según BNaméricas, con base en información de la SENER, desde 2020 se señaló la desaceleración significativa en la capacidad de fuentes de energía renovables, año en que México sumó 10% menos de capacidad solar y 50% menos de capacidad eólica. Por su parte, el presidente ha apuntado que debe buscarse la generación de energías alternativas, aunque la apuesta por reformar la Ley de la Industria Eléctrica no solo busca limitar la generación de electricidad por parte de privados, sino que es una apuesta por continuar con la producción de combustibles fósiles.

| Falta de claridad

De manera paralela, entre los desafíos que como representante de la industria automotriz observo, para afianzar un futuro verde se encuentra la falta de claridad en la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica que, si bien constituyó un esfuerzo sin precedentes para reducir emisiones de gas de efecto invernadero y fortalecer una movilidad con enfoque sustentable, ha carecido de voluntad política para materializarse y llevarse a la práctica.  

A pesar del interés que, como sociedad, ha despertado la posibilidad de optar por modelos más amigables con el medio ambiente, lo cierto es que también como usuarios nos enfrentamos a la falta de una infraestructura apropiada que brinde seguridad y tranquilidad a los pasajeros de autos eléctricos, mediante una red de centros de recarga eléctrica suficientes que se encuentren distribuidos a lo largo del país, así como alternativas de transporte amigables con el medio ambiente.  

Como usuarios nos enfrentamos a la falta de una infraestructura apropiada que brinde seguridad y tranquilidad a los pasajeros de autos eléctricos.

A ello habría que agregar la necesidad de mantener canales de comunicación abiertos entre industria y los tres niveles de gobierno para avanzar en el establecimiento de incentivos fiscales y no fiscales que permitan hacer de los autos híbridos y eléctricos una alternativa real, asequible y deseable.  

Es cierto que hemos comenzado a dar pasos decisivos para ofrecer un futuro más sustentable y sostenible para las generaciones venideras; sin embargo, necesitamos implementar acciones contundentes. 

Tenemos múltiples ventajas competitivas que debemos aprovechar para continuar haciendo de México un país atractivo para nuevas inversiones y, con ello, apoyar el desarrollo económico y el bienestar de la población. AN

José Zozaya Délano es presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA)

También en esta edición

Compartir