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El trabajo remoto en la “nueva normalidad”

Hace tiempo que la firma de servicios profesionales Deloitte combina los modelos de trabajo remoto y presencial, como una forma de mejorar el bienestar de sus colaboradores y como parte de su plan de continuidad de negocio. En entrevista, Gema Moreno Vega, socia líder de Talento en Deloitte Spanish Latin America, nos dice qué tener en cuenta para continuar con este esquema en la “nueva normalidad”.

Deloitte

Por: Ulises Navarro Swipe

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El trabajo remoto se volvió una necesidad ineludible para miles de empresas debido al confinamiento que provocó la pandemia de COVID-19. Pero ahora que hemos entrado a la “nueva normalidad”, el trabajo 100% remoto dejará de ser permanente, porque muchas operaciones de negocios requieren del toque personal que solo la presencia física puede entregar.

“De ahora en adelante veremos una sana combinación de los dos esquemas de trabajo: presencial y remoto. Muchas organizaciones se han abierto al home office y están viendo sus beneficios, pero no todas seguirán trabajando bajo este esquema al 100%”, señala Gema Moreno Vega, socia líder de Talento en Deloitte, firma que desde hace varios años estableció el trabajo flexible como herramienta para gestionar con éxito las prioridades laborales y personales, mientras se cumplen las expectativas de sus clientes.

En entrevista con Alto Nivel, Gema nos cuenta sobre el futuro inmediato del trabajo remoto y su instrumentación adecuada para tener éxito.


AN | ¿El trabajo remoto genera grandes ahorros a las empresas?

Primero hay que entender que el trabajo remoto requiere una inversión importante en infraestructura y equipo (computadoras portátiles, plataformas tecnológicas, aplicaciones, conectividad, ancho de banda, soluciones de seguridad y accesibilidad de la información), pero también en aprendizaje, formación, cambio de cultura, políticas y procedimientos.

A la larga, sí se puede ahorrar en servicios (agua, electricidad, aire acondicionado, mantenimiento y limpieza) y en la reducción de metros contratados de compra o renta de espacio laboral. Sin embargo, el trabajo remoto debe ser visto más allá del ahorro. En Deloitte, su impacto se basa en el bienestar de los colaboradores, en su calidad de vida y en el balance vida-trabajo.

Antes había mucha reticencia hacia el home office, pero ahora hay más apertura y se están viendo los beneficios. Las organizaciones ya probaron qué tanto pueden lograr virtual y digitalmente, así que ahora podrán ser más eficientes y efectivas, porque cuando la gente tenga que reunirse de manera presencial se enfocará en objetivos puntuales.


“De ahora en adelante veremos una sana combinación de los dos esquemas de trabajo: presencial y remoto”.

Gema Moreno Vega,
socia líder de Talento en Deloitte Spanish Latin America


AN | ¿Cómo se puede medir la productividad de los colaboradores, sin perder la flexibilidad?

Los líderes deben determinar qué esperan del colaborador, qué metas debe alcanzar y en qué tiempo. El trabajo debe ser por objetivos y resultados, con entregables, con estándares y niveles de calidad establecidos. De esta forma se puede medir la productividad, pero implica una enorme responsabilidad de los líderes, porque ellos son los encargados de fijar los objetivos, los niveles de calidad, la forma y las fechas de entrega. También tienen que establecer puntos de control, supervisión y gestión oportunos, porque el trabajo remoto se trata de delegar, no de abdicar. Trabajar a distancia no significa que el líder abandone a su equipo. Al contrario, tiene que crear una cercanía profunda a la distancia.

El modelo también involucra una gran responsabilidad y disciplina por parte del colaborador, porque debe enfocarse en el objetivo e invertir el tiempo que se necesita para conseguirlo con oportunidad. Si tiene dudas, debe levantar la mano, aunque sea fuera de los puntos de control que haya marcado su líder.

Asimismo, el trabajo remoto exige la formación de la gente para que aprenda a trabajar a distancia. La empresa debe capacitar a sus colaboradores para conozcan cuál es su responsabilidad, su rol –como líder o como miembro de un equipo– y sus compromisos para cumplir con el trabajo.


AN | ¿Cuál es el ingrediente principal para tener éxito en el trabajo remoto?

La planeación. El modelo no puede ser improvisado ni ocurre de la noche a la mañana. Tienes que hacer un análisis y una buena planeación de los roles, responsabilidades y procesos que se pueden llevar a cabo remotamente. Tienes que determinar la infraestructura, los procesos, las mecánicas, las políticas. Tienes que generar los aprendizajes y contenidos que necesitará la gente para desarrollar las habilidades que exige el trabajo remoto.

También tienes que diseñar indicadores de monitoreo de uso del esquema. Incluso tienes que analizar los obstáculos que impiden que la gente no use el modelo, y establecer las reglas que la gente debe cumplir para conservar su derecho al trabajo remoto.

Se necesita todo un cambio de mindset. Esto es un trayecto; toma tiempo.


“El trabajo remoto exige disciplina de líderes y colaboradores y la formación de la gente para que aprenda a trabajar a distancia”.

Gema Moreno Vega,
socia líder de Talento en Deloitte Spanish Latin America


AN | ¿Cómo conciliar el trabajo con las responsabilidades familiares? 

Deloitte lleva mucho tiempo operando de esta manera y nuestras recomendaciones para los colaboradores son en torno a la disciplina que deben tener para enfocarse cuando tienen que estar dedicados al trabajo, pero también acerca de la disciplina que necesitan para terminar su jornada y dedicarse a la familia.

Por ejemplo, ahora que los pequeños precisan la atención de los papás para tomar sus clases virtuales, recomendamos que se turnen para apoyarlos y traten de compaginar sus actividades laborales con las de casa. Para eso sirve el trabajo remoto: para que la gente acomode sus horarios como mejor convenga y cumpla con las responsabilidades del trabajo y de casa.

El trabajo remoto es una herramienta invaluable en términos de calidad de vida y bienestar de los colaboradores, porque brinda a la gente la oportunidad de administrar su día y la forma como trabaja. Además, ayuda a retener a los buenos talentos y a disminuir la rotación. Ojalá que pasando la pandemia las organizaciones aprovechen de manera inteligente lo mejor del trabajo remoto y del trabajo presencial, porque a veces es indispensable que mantengamos un toque de presencia. AN

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