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Reportaje

Home office: su prueba de fuego

¿Cuál es la realidad del home office? ¿Depende más de las condiciones externas, como una emergencia sanitaria como la del coronavirus, o de una evolución real en las relaciones laborales? Cuatro expertos te lo dicen.

Por: Gerardo Yong Swipe

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El trabajo remoto no es nuevo. Algunas empresas, como el proveedor de soluciones de almacenamiento de datos Pure Storage, están bien familiarizadas con el modelo, ya sea por viajes o prácticas de trabajo flexibles, dice Julio Castrejón, director de Pure Storage México. Pero lo que antes era circunstancial ahora es indispensable por la COVID-19. La contingencia ha ocasionado una desbandada hacia el trabajo hogareño como una forma de continuar la producción y evitar romper la cadena laboral.

En México, el home office está teniendo su prueba de fuego, pues está desafiando tanto a compañías equipadas para el trabajo remoto como a aquellas que lo están explorando por primera vez.

“Su implantación no ha sido fácil. Falta estudiar las condiciones que pueden hacer del home office una alternativa prometedora respecto a los objetivos empresariales y al desempeño de los colaboradores. Además, entrenar trabajadores a distancia requiere mayor intencionalidad y consciencia de requisitos y condiciones únicos para que un equipo rinda mejor en su región. Un enfoque único para todos no ofrecerá los mejores resultados”, advierte Castrejón.


| Liderazgo remoto

“A pesar de los desafíos en su ejecución, el trabajo remoto puede ser positivo para una organización, pues reduce la rotación de empleados y aumenta la productividad y satisfacción laboral –indica Castrejón–. Pero además de capacidades tecnológicas se requiere un liderazgo sólido para mantener altos los niveles de productividad y aumentar la moral, tan necesarios en tiempos difíciles”.

También debe considerarse que el trabajo en casa viene a desarticular la supremacía tradicional del mando corporativo, para expandirla e incluso compartirla con los propios colaboradores, quienes podrían convertirse, si bien no en su propio jefe, sí en una especie de supervisor personal.

Castrejón comenta que es posible que directores y gerentes tengan que cambiar de mentalidad y reevaluar algunas políticas y procedimientos mientras lideran un equipo de forma remota por primera vez. “Un buen líder adaptará su estilo a las circunstancias cambiantes”.

A 61% de los empleados mexicanos no se les permite trabajar de manera remota, según el estudio “El trabajador digital en 2019”, de Citrix.


| Beneficios a la vista

Cuántas veces vimos en televisión al clásico hombre de negocios sentado en la mesa de su jardín tomando café, mientras leía The Wall Street Journal. La imagen arrancaba suspiros en la audiencia como añorando que algún día se pudiera trabajar de esa forma, con comodidad y sin las presiones de supervisores o directivos. ¿Estamos realmente en esa fase de cambio?

“Desde hace más de una década, en varias multinacionales suizas y estadounidenses se trabaja de esta manera. Se contabiliza perfectamente el tiempo de trabajo y las tareas realizadas –dice Solange Muñoz, coach en finanzas y manejo de proyectos en grandes compañías–. Los beneficios son enormes porque las personas están más dispuestas a realizar su trabajo y no pierden tiempo, que en muchos lugares pueden ser horas de desplazamiento. Esas horas se invierten en sus hijos o en cuidado personal”.

El esquema de trabajo clásico ha estado en conflicto desde hace varios años. Muchas veces, el ambiente laboral se vicia por las tensiones internas o rivalidades competitivas del personal, motivadas por la búsqueda de beneficios laborales: mejor puesto, mayor salario o prestaciones más sólidas. El trabajo en casa podría resolver este tipo de tensiones; sin embargo, los directivos aún no han comprendido bien las ventajas del trabajo a distancia.

“Alejarse de relaciones de trabajo tóxicas favorece el trabajo mismo porque las personas pueden concentrarse en sus tareas sin el estrés emocional que compartir ocho horas al día con otras personas puede representar.

Paradójicamente, la distancia crea lazos más sinceros y mejora la calidad de la comunicación. Las personas prestan más atención a lo que dicen y a su forma de comunicarse”.


Situaciones como la cuarentena del coronavirus, que por primera vez obligó a muchas empresas e instituciones federales mexicanas a tomar en cuenta el trabajo en casa, apenas está mostrando los beneficios que podría aportar a una sociedad que comienza a considerar el gusto por liberarse de factores agobiantes, como aglomeraciones y desplazamientos que consumen buena parte del día hábil.

“Sin duda el home office puede implementarse con éxito en las empresas mexicanas. En 2019, el Senado de la República aprobó modificar el artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo para incorporar un nuevo capítulo que regulara las diferentes formas de teletrabajo, incluido el home office, dice Juan Pablo Jiménez, vicepresidente de Citrix para Latinoamérica y El Caribe. Es buena noticia para los más de 20 millones de personas que van y vienen en la zona metropolitana de CDMX y que pierden 158 horas al año en el tránsito.

Citrix desarrolla aplicaciones para cubrir diversas necesidades corporativas, como virtualización de servidores, conexiones en red e informática en la nube, elementos necesarios para que el home office sea eficiente.

En 2019, esta firma tecnológica realizó el estudio “El trabajador digital en 2019”. Descubrió que a 61% de los empleados mexicanos no se les permitía trabajar de manera remota. Para el ejecutivo de Citrix está claro que estas reticencias iniciales se han ido diluyendo a medida que los líderes visualizan beneficios de negocio, como el ahorro de costos, la contratación del mejor talento sin importar donde esté, la seguridad de la información crítica y una mayor productividad.


En 2019, el Senado de la República aprobó modificar el artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo para incorporar un nuevo capítulo que regulara el home office.


| Cuestión de tiempo

“Al finalizar la pandemia aprenderemos y aceptaremos lo valioso que es ganar dinero sin tener que ir todos los días al trabajo. Habrá una evolución hacia nuevas formas de vida más eficientes. Las empresas también se darán cuenta de los gastos innecesarios de empleados y empleadores al solicitar la presencia obligatoria de trabajadores cuando mucho se puede hacer en casa. Esto reducirá los gastos de empresas y empleados”, dice el coach empresarial Emiliano Muñoz.

Probablemente México tarde un poco, ya que la infraestructura física y virtual no está tan avanzada como en Oriente, pero será una realidad en un futuro cercano.

Muñoz dice que la necesidad nos obligó a evolucionar lo que no se había querido en décadas. Hoy es un momento ejemplar para ver lo frágil que es la economía individual y nacional ante cualquier evento de impacto social. “Queremos que la gente entienda este momento como una evolución inmediata para su futuro y la calidad de vida de sus seres amados”.

Como siempre pasa en nuestro país, los modelos de trabajo y de organización corporativa nos llegan con un atraso de años. El home office no es la excepción. En México, su implantación necesitará cambiar el concepto del trabajo, más en el orden sicológico del trabajador que en la Ley Federal del Trabajo. Mientras esto ocurre, el home office seguirá bajo fuego, en espera de una oportunidad para quedarse de manera permanente. AN

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