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Placeres

Oasis de mimos constantes

Para el destino de playa más sofisticado de México, el resort más sofisticado de México: Garza Blanca Los Cabos Resort & Spa, un hotel que ofrece experiencias de primera para viajeros felices.

Por: Eduardo Avila Swipe

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| Viaja seguro

Si estás planeando tus próximas vacaciones en la playa, Los Cabos debe encabezar tu lista. Además de sol, grandes paisajes, fiestas y actividades para todas las edades y gustos, este destino ofrece espléndidos alojamientos de lujo que harán que tu visita sea inolvidable. Uno de estos resorts es Garza Blanca Los Cabos Resort & Spa, a medio camino entre San José del Cabo y Cabo San Lucas, sobre el Corredor Turístico y a tan solo 30 minutos del Aeropuerto Internacional de Los Cabos.

La animada ciudad de Cabo San Lucas está a solo 20 minutos en automóvil de Garza Blanca Resort & Spa, y a 15 minutos de la propiedad se encuentra la ciudad más relajada y artística: San José del Cabo.

Garza Blanca mira hacia el océano, en dirección al sureste, por lo que permite capturar a la perfección los mágicos amaneceres de El Cabo, con sus tonalidades anaranjadas, amarillas y rojas. Simplemente sorprendente. 

Cuando llegué al lobby del hotel, disfruté de vistas abiertas de todo el complejo y una panorámica ininterrumpida del océano. Las precauciones de seguridad por COVID me dieron tranquilidad: toma de temperatura, desinfectante para las manos y sanitización del equipaje. El personal y los huéspedes usamos cubrebocas todo el tiempo, excepto cuando estábamos en la piscina o comiendo.

El registro fue muy rápido y me recibieron calurosamente con una champaña de bienvenida. Ya en mi habitación, un mayordomo se puso a mi servicio para atenderme durante toda mi estadía.


| Habitaciones sensacionales

Garza Blanca Los Cabos ofrece una variedad de suites de lujo para las necesidades de cualquier huésped. Yo me alojé en una suite de un dormitorio con vista al océano. Tenía terraza privada con hamaca y un frigobar completamente surtido. Algunas habitaciones son de dos pisos y tienen una gran sala de estar, cocina completa, un segundo baño e incluso una lavadora y secadora. 

El café es mi forma favorita de empezar el día, así que todas las mañanas disfrutaban de una deliciosa taza de café preparada en una máquina Nespresso (cada habitación tiene una). Después de un sorbo de café, abría las cortinas eléctricas para disfrutar de mi amplia terraza y las vistas al resort y al mar.

La cama tamaño king de mi junior suite era de una suavidad soberbia –los colchones fueron fabricados especialmente para el resort–. El baño, de lujo, tenía una bañera enorme, ducha de efecto lluvia e inodoro de estilo japonés. 

El complejo está diseñado en forma de “U”. En cada extremo de la “U”, cerca del mar, se ubican los restaurantes insignia, de los que hablaré más adelante. En medio del edificio están ocho piscinas, cada una con su propia personalidad: una para niños, una para tomar un coctel en el bar y otra con paredes de vidrio… impresionante. Hay una piscina infinita en la azotea solo para adultos, y todas ofrecen servicio de comida y bebida.

Los huéspedes pueden disfrutar del spa, clases de yoga, paseos en bicicleta eléctrica en la playa y hasta clases de cocina. El chef Álvaro Blancas de Ita, del restaurante Bocados BTK, me enseñó a preparar una ensalada César con aderezo fresco.


| Experiencia culinaria

Garza Blanca promete una experiencia culinaria deliciosa, y lo cumple. La atención al detalle, la calidad de los ingredientes y el servicio son insuperables.

El restaurante Blanca Blue ofrece desayunos y almuerzos, inspirados en la cocina mexicana e internacional. El pan francés es exquisito, pero también hay chilaquiles, omeletes, fruta y otras delicias, para el disfrute de cualquier paladar.  

Ubicado justo al lado de Blanca Blue, y abierto solo para la cena, se encuentra Bocados BTK. Aquí tuve la mejor cena de cortes añejados. Yo elegí un New York y lo acompañé con ensalada César y un tinto. 

El otro restaurante solo para cenas es Hiroshi, que sirve platillos de autor acompañados de ceviches, sashimis, rollos, nigiris, y entradas frías y calientes. Aquí se fusiona lo mejor de los sabores de la cocina japonesa con divertidos toques de productos mexicanos. 

También se puede solicitar el servicio de alimentos en la habitación. Se puede pedir todo lo que uno desea a través del televisor. Allí se incluye el menú completo, además de imágenes y descripciones que ayudan a realizar el pedido. 

Y junto a la playa, Garza Blanca ofrece un foodtruck con mariscos, sándwiches y paninis con ingredientes locales. 

Para los amantes del café, como yo, también hay un Starbucks, pero no está incluido en el all-inclusive.

El hotel también prepara cenas románticas en la arena con un servicio totalmente personalizado. Así que los que tienen una ocasión especial para celebrar –o simplemente porque sí– pueden hacerlo a la orilla del mar.

Si estás buscando una experiencia de lujo bajo el sol, con todo incluido, te recomiendo Garza Blanca Los Cabos. Podrás descansar, divertirte y disfrutar de una de las mejores comidas de resort all inclusive. Garza Blanca Los Cabos dejará tu paladar –y tus demás sentidos– en éxtasis. AN

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