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Opinión

¿Por qué es estratégica la Inversión en Infraestructura?

Por: Aarón Dychter Swipe

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Se dice que la inversión en capital físico y humano es estratégica porque es un motor clave en el desarrollo económico de los países. Para los países emergentes invertir más en infraestructura es una obligación: algo indispensable para salir del subdesarrollo y abatir la pobreza. En términos simples, se requiere canalizar más recursos a la compra de maquinaria, equipos, plantas industriales y tecnologías, si queremos aumentar la productividad y la capacidad de producción en el futuro. Se requiere a la vez gastar más en educación, capacitación y desarrollo tecnológico, si se pretende aumentar la productividad de los recursos humanos, junto con los empleos y los salarios.

La inversión en infraestructura productiva es aquella inversión en capital físico, orientada a proyectos de telecomunicaciones, energía, de agua y transportes, sectores todos ellos que son la base (de ahí lo de infra(abajo)-estructura) del desarrollo productivo. Por su parte, la infraestructura social (instalaciones de salud, educación, capacitación) es fundamental para el desarrollo del capital humano y el bienestar social. Ambas infraestructuras, por su importancia estratégica, se encuentran en su mayor parte en manos del gobierno, aunque las participaciones del sector privado se han hecho cada vez más comunes en todo el mundo.

Por ser estratégicos, los grandes proyectos de infraestructura demandan grandes cantidades de recursos y tiempo (de ahí su complejidad) porque tratan de ofrecer soluciones duraderas al mundo del futuro. Pero, a la vez, generan enormes beneficios.

| Principales beneficios

Tal inversión tiene un efecto sustantivo en el desarrollo económico porque potencia el crecimiento económico y aumenta la productividad del factor físico y humano. Ambos, crecimiento y productividad, son los dos grandes pilares del desarrollo económico.

En adición a ello, la inversión en infraestructura incrementa la demanda de bienes y servicios en el corto plazo e incrementa a futuro la base productiva del país. Ambos inciden en un mayor crecimiento económico, tanto a corto como largo plazo.

Justo porque tiene una incidencia en la demanda de inmediato, se dice que tiene un efecto contra cíclico. Los gobiernos, en tiempos de bajo dinamismo económico, pueden promover la inversión para atenuar la caída en la producción; y en tiempos de recuperación, para acelerarla.

Como complemento, la inversión en infraestructura es altamente generadora de empleos productivos. En la fase de construcción de los proyectos, se generan numerosos empleos en construcción. En la etapa de operación de los proyectos, se generan numerosos empleos permanentes en los sectores específicos de infraestructura y a todo nivel de calificación (directivo, gerencial y operativo).

Finalmente, en un mundo globalizado –de alta movilidad, de alta competencia, de alta competitividad y de tecnologías de vanguardia-, la inversión en infraestructura es un factor de competencia en estos rubros y pieza fundamental para participar con éxito en los mercados globales y detonar transferencias de recursos hacia los países emergentes.

| Vital invertir en infraestructura

En suma, para lograr un alto desarrollo económico y social, México demanda mayor crecimiento y mayor productividad y en ambos, la inversión en infraestructura es un factor clave.

En países emergentes de alto crecimiento económico como China o India (con crecimiento medio de 6-7% antes de la pandemia), destaca su elevada inversión (parte de ella, en infraestructura), que ronda 30% del PIB en India y 43% en China. Cuando se compara estos números con los reportados en América Latina (nulo crecimiento en Brasil y Argentina y mediocre crecimiento de 2% en Chile y México) y se observa las cifras de inversión (15-17% en Brasil y Argentina y 20-22% en Chile y México), se entiende el reto monumental en materia de inversión y en particular en materia de inversión en infraestructura. Y se entiende sobre todo el rezago de América Latina frente a Asia.

La inversión en infraestructura no es un tema menor, sino mayor. Son esos pequeños y grandes sacrificios, pequeños y grandes proyectos que permiten a un país satisfacer las necesidades crecientes de una población en ascenso, incrementar las capacidades físicas y humanas, brindar más empleos y mejor remunerados y multiplicar los accesos a mejores niveles de vida. Ese es, a fin de cuentas, el gran reto aún pendiente en el México de hoy. AN

Aarón Dychter es presidente de ADHOC Consultores Asociados

 

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