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Opinión

Se contradice la 4T en estrategia de seguridad

Por: Alejandro Desfassiaux Swipe

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Con el fortalecimiento de la relación bilateral con Estados Unidos y la intensificación de acciones coordinadas en términos de seguridad, el Gobierno Federal incurre en contradicciones en su estrategia basada en “abrazos, no balazos”; sin embargo, este anacronismo resulta benéfico para el país, pues a final de cuentas el vecino del norte está marcando la pauta para intentar enmendar la tarea pendiente de nuestras autoridades en la materia.

Se están implementando acciones bilaterales contundentes, como la Declaración conjunta para el Diálogo de Alto Nivel de Seguridad entre México y EU, la ejecución de la ofensiva denominada Código Negro para acabar con el CJNG, o el Entendimiento Bicentenario, que busca erradicar al crimen organizado a partir de sus causas y que están siendo precursoras de operaciones locales inéditas, como el repliegue de dicho cártel por acción de las fuerzas armadas en Michoacán; por lo que ahora el Gobierno Federal debe preservar este giro de vinculación, para no caer de nueva cuenta en el fantasma de la contradicción.

El gobierno debe elevar el gasto para la seguridad nacional, que actualmente oscila en el 1% del PIB, eficientizar el sistema de justicia penal, así como atacar a otras organizaciones criminales de alto impacto.

Por ejemplo, el gobierno debe elevar el gasto para la seguridad nacional que actualmente oscila en el 1% del PIB (unos 328,000 millones de pesos), eficientizar el sistema de justicia penal, así como atacar paralelamente a otras organizaciones criminales de alto impacto, pues actualmente existen 227 que también laceran a los mexicanos, según el último mapa criminal elaborado por Lantia Intelligence.

| Educación, clave para combatir violencia

Además de atender bilateralmente las causas estructurales de la violencia para reducir el número de homicidios, es necesario que localmente se consoliden políticas públicas integrales de parte de los tres órdenes de gobierno para impulsar el desarrollo económico del país, se eleve el nivel educativo de la población y se involucre más activamente a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para desarticular las finanzas del crimen organizado.

No hay que perder de vista que las nuevas acciones bilaterales coordinadas muy probablemente representan el último recurso antes de que la milicia estadounidense decida intervenir para desarticular directamente los cárteles mexicanos, que son el principal problema para su seguridad interna, de acuerdo con la DEA.

Además de atender bilateralmente las causas estructurales de la violencia, es necesario que localmente se consoliden políticas públicas integrales de parte de los tres órdenes de gobierno.

Nos encontramos a la mitad de un sexenio sumamente violento, donde México tiene el mayor mercado criminal del mundo y, además, ocupa el cuarto lugar de criminalidad en general (Índice Global de Crimen Organizado 2021). Sin considerar la colaboración estadounidense en la materia, el país continúa sin rumbo en la estrategia. Todo esto es resultado de haber eliminado la Policía Federal y la Gendarmería sin un plan para retener a mandos estratégicos, ni aprovechar el conocimiento y la experiencia adquiridos, ya ni hablar de la infraestructura establecida. Fue un retroceso con estos cuerpos de seguridad pública que desaparecieran de un plumazo.

| Piezas sueltas

Se perdió la oportunidad de actuar en la primera mitad de este sexenio, pero por el notorio incremento en los homicidios dolosos y otros delitos de alto impacto, es que se deben agrupar y articular todas las piezas sueltas en el plan de seguridad que está intentando implementar el gobierno para que embone mejor con la colaboración estadounidense.

Se deben agrupar y articular todas las piezas sueltas en el plan de seguridad que está intentando implementar el gobierno para que embone mejor con la colaboración estadounidense.

En este contexto, es un pasivo que el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, asegurara recientemente que, por el momento, no se prevén cambios en la estrategia de seguridad interna. Esto evidencia que el riesgo de contradicción sigue patente; y, más aún, el riesgo del desenlace en contradicciones y simulaciones, así como que EU se sienta decepcionado ante una ilusión de buenas intenciones por parte de México.

Es importante reconocer que ahora el presidente López Obrador está tratando de respaldar las acciones combinadas con EU, pero será fundamental que las intenciones se materialicen pronto, y se replantee localmente una estrategia integral de seguridad para atacar de raíz este problema. AN

 

Alejandro Desfassiaux es presidente de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial.

@grupoMSI

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