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Helvex: ser empresario en México es muy complicado

Este año Helvex cumple 70 años. Durante este tiempo, la empresa mexicana ha sobrellevado varias crisis, y la causada por la pandemia de la COVID-19 no será la excepción. El director general de Helvex, Jorge Barbará Morfín, platicó con Alto Nivel sobre los desafíos pasados y presentes de la empresa.

Por: Ulises Navarro y Claudia Cerezo Swipe

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AN | ¿Cuáles han sido los momentos más complicados en la historia de Helvex? 

En México hemos presenciado crisis recurrentes: desde la espiral inflacionaria de Echeverría, en 1976, hasta la provocada por las hipotecas subprime de Estados Unidos en 2008 y la pandemia de influenza en 2009.

La de 1995 [la del famoso “error de diciembre”] fue muy fuerte para nosotros. Diciembre de 1994 había sido, históricamente, el mejor mes en ventas para la compañía, pero abril de 1995 fue el peor en toda nuestra historia hasta ese momento. La economía se cayó 6% y el mercado más del 50%.

Helvex tiene alma de fabricante: manufacturamos 96% de lo que vendemos y en esa crisis tuvimos que vender nuestra capacidad de maquinaria instalada y adecuarnos a lo que el mercado quería: herrajes, soportes, válvulas, medidores.

Lo que de entrada parecía una mala noticia, no fue así, pues pudimos relacionarnos con empresas de las cuales aprendimos cosas interesantes: sistemas de producción, de control de calidad, formas de almacenar y ensamblar, que luego aplicamos a nuestras plantas. Eso nos permitió dar un paso adelante en la automatización.


AN | ¿Cuántos empleos se perdieron?

Las impresionantes muestras de solidaridad de nuestros colaboradores y el compromiso que tienen con la compañía también nos ayudaron a afrontar la crisis. Desde la cabeza de la organización hasta el último empleado nos redujimos el sueldo en 25%. La gente me decía: “Si hay que trabajar, venimos, aunque no nos paguen”. El problema fue que no había mercado, porque se había colapsado.

El año 2009 también fue muy complicado; sin embargo, igual que está ocurriendo ahora, la gente se sensibilizó mucho con nuestros productos asépticos [como los dispensadores de jabón electrónicos], pues no quería tocar nada. Ese tipo de productos tuvieron mucho éxito.

Respondiendo a tu pregunta, en las peores crisis que hemos enfrentado no hemos despedido a ninguno de nuestros empleados. Son fundamentales para la operatividad y rentabilidad de la organización.


“Estamos explorando algunas opciones: Estados Unidos ya se dispone a reactivar su economía y los 22 países a los que exportamos van a reactivarse tarde o temprano”.

Jorge Barbará Morfín
Director general de Grupo Helvex


AN | ¿Qué estrategias está siguiendo actualmente Helvex?

Este momento es inédito en el mundo, porque en las crisis anteriores había alternativas adicionales al mercado nacional. En 1995, Estados Unidos y Europa tenían economías fuertes; lo mismo que Centroamérica y Sudamérica. Eso nos daba un margen de maniobra para movernos en otros mercados. Ahora es muy complicado, porque todos los países están en crisis. Sin embargo, estamos explorando algunas opciones, pues Estados Unidos ya se dispone a reactivar su economía y nos estamos preparando para ofrecerle una mayor gama de productos. Exportamos a 22 países y todos, tarde o temprano, van a reactivarse.

A nivel del mercado interno, nos preocupa la pandemia, el desempleo y la inseguridad que se generen, y la falta de mayores apoyos por parte del gobierno para los microempresarios y pequeños productores de las cadenas productivas.

 

Creo que estamos viviendo una situación económica inédita que va a requerir de mucho talento, disciplina y orden en los gastos. Para muchas empresas, será cuestión de supervivencia.


AN | ¿Cuál es tu visión para lo que resta del año? 

Prevemos una disminución de entre 25 y 30% en nuestras ventas a nivel nacional. Un mercado importante para nosotros es el de la construcción, y si bien es cierto que lleva muchos meses deprimido, parece que ya se están reactivando ciertas edificaciones. Hablamos de unas 800 obras en el área metropolitana.

La gente piensa que los corporativos y empresas grandes tenemos todos los recursos para enfrentar situaciones como esta, pero esa percepción es totalmente equivocada: a grandes empresas, grandes necesidades y mayores requerimientos de capital. Esto hace que “se estrese la caja” de empresas de cualquier tamaño.

Ahora nos estamos dando a la tarea de apoyar al máximo a todos los pequeños proveedores, porque si no los apoyamos, no van a subsistir, pero los requerimientos de capital son fuertes.

 

“Como empresa, tenemos que jugar un poco a ser futurólogos y determinar qué implicaciones tendrá todo esto en el negocio y cómo podremos adaptarnos a los nuevos requerimientos”.

Jorge Barbará Morfín
Director general de Grupo Helvex


AN | ¿Cómo crees que será el mundo de los negocios cuando termine la pandemia?

Muchos de nuestros hábitos se van a modificar, pero mi opinión es que después de algún tiempo del trauma temporal por el confinamiento, la gente recuperará su estilo de vida habitual.

Lo sí va a cambiar es la forma de trabajar. Ya vimos que nos podemos reunir a través de juntas virtuales, y eso va a cambiar la movilidad de la gente. Los viajes de negocios también se van a reducir. Los esquemas de compras en línea van a fortalecerse mucho más. Y aunque tardaremos en volver a los espectáculos masivos, creo que eso será temporal.

 

Como empresa, tenemos que jugar un poco a ser futurólogos y determinar qué implicaciones tendrá todo esto en el negocio y cómo podremos adaptarnos a los nuevos requerimientos.

En nuestro caso, vemos una compañía muy robusta y orientada a lo que hoy por hoy está en boga, que son los productos asépticos, pero también ecológicos, como aquellos que permiten ahorrar agua, por ejemplo.


AN | ¿Qué tan complejo es ser empresario en México?

Mucho, porque históricamente nos enfrentamos con funcionarios que no han tenido la experiencia de ser emprendedores o de haber trabajado en una compañía privada, que tiene que salir adelante con sus propios recursos. Es muy importante tener esa experiencia. Cuando te encuentras con servidores públicos que no la han vivido, adoptan posturas que no generan beneficios para nadie.

Creo que el empresario en México, como en todo el mundo, genera riqueza y a través de ella los gobiernos se hacen de recursos para sus programas sociales.

Si las empresas no generan riqueza, hay menos impuestos y menos programas sociales, y entonces se produce un círculo vicioso. Es cuestión de racionalidad económica.

Si a eso le agregamos la recurrencia de las crisis económicas, algunas gestadas en el exterior, pero otras internamente, entonces ser empresario en México no es nada sencillo. AN

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