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Opinión

Valor Político

Por: Agustín Llamas Mendoza Swipe

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Organizaciones autoritarias que interrumpen el proceso democrático hay muchas, y con fines diversos: empresas públicas o privadas, sindicatos u organizaciones intermedias y, por supuesto, partidos políticos. Quizás una de las mayores restricciones para la generación de valor político en nuestro sistema sea la existencia de organizaciones de toda índole que son y producen autoritarios y, además de haber obtenido el poder en 2018, han degradado nuestra muy defectuosa democracia.

Una de las mayores restricciones para la generación de valor político en nuestro sistema es la existencia de organizaciones de toda índole que son y producen autoritarios.

De cara a las elecciones del 2024 podríamos detectar rápidamente cuáles de ellas son las que cumplen o se aproximan a un perfil autoritario. Habría que decir que el problema que representa una organización autoritaria para el resto del sistema es que dicha organización no solo lo es en sí misma, sino con su entorno. No solo generan costo hacia su propia dinámica, sino que también suelen trasladar ese costo hacia su propio sector y al entorno en general. Lo peor para cualquier sociedad es que esas organizaciones son las que producen autoritarios.

| Los autoritarios

Algunos perfiles de ese tipo de individuos:

Autoritario funcional: es aquel individuo que es servil con su jefe o con su socio o con la autoridad pertinente, y con sus empleados y subalternos es el más feroz y recalcitrante déspota.

Autoritario institucional: igualmente es servil y autoritario hasta la médula, pero este se desenvuelve en un ambiente que presupone político y maneja argumentos como “hoy sacrifícate por mí porque mañana podremos seguir escalando posiciones”.

Autoritario militante: Es un individuo que ha hecho “amigos” a la sombra del poder y que cree que es muy listo o inteligente porque sus supuestas amistades lo reconocen en algún sitio público o le toman la llamada.  Vive pidiendo favores y escalando económica y socialmente a costa de romper la ley.

El autoritario en el poder es individuo que llegó a la posición con muchos votos y que supone que por eso puede hacer lo que quiera y que él está por arriba de la ley.

Autoritario social: Sin duda, es un individuo que maltrata psicológica y socialmente a cualquier otro que no considere igual a él.  Es el caso del automovilista que amenaza al policía de semáforo, pero ante una patrulla se somete o intenta corromper.  Es aquel que intenta siempre romper la norma, porque en esa acción se encuentra su poder.

Autoritario en el poder: individuo que llegó a la posición con muchos votos y que supone que por eso puede hacer lo que quiera y supone igualmente que él está por arriba de la ley. Personaje que presupone que es dueño del país que gobierna y que todo lo que hace es lo mejor y que quien critica sus acciones es su enemigo.

Autoritario empresarial: individuo que vive del favor del presupuesto, privado o público, y que considera que hacer empresa es traficar con influencias.

| Urgen demócratas

Existen muchos más perfiles de individuos e instituciones del mismo corte en un sistema que conforma una democracia defectuosa. Con una sociedad, una iniciativa privada y una clase política así es muy complicado transitar a la democracia sólida; sobre todo si la consideramos como un medio para resolver nuestros problemas. En tanto el autoritarismo no cese, la democracia no se consolidará y mucho menos generará valor político y social.

Nuestro sistema está urgido de demócratas en las instituciones, asociaciones ciudadanas, empresas, universidades y partidos políticos.

Hoy, después de casi tres años de gobierno, nadie puede tener dudas sobre el perfil autoritario, populista y demagógico del actual grupo político en el poder. Sus dos principales banderas de campaña, la desigualdad social y el ataque a la corrupción, siguen siendo pendientes fundamentales. El incremento del número de pobres en los últimos dos años ha sido mucho mayor que en cualquier otro gobierno en el mismo periodo; e igualmente los indicadores internacionales sostienen que la corrupción y la impunidad se han incrementado con este gobierno. La narrativa matutina y cotidiana de enfrentamiento, de división y de demagogia adoctrinante desde palacio evidentemente no generan valor político. Por ello y más allá de la consulta del 1 de agosto o de la “revocación de mandato” en 2022, nuestro sistema está urgido de demócratas en las instituciones, asociaciones ciudadanas, empresas, universidades y partidos políticos, de manera que nuestro entorno se vea envuelto en una nueva y eficaz cultura para la generación de valor político en cualquier ámbito. AN

Por Agustín Llamas Mendoza

@politicabierta

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