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Modelo de negocios

El IKIGAI Empresarial

Esta es otra forma de emprender que debes conocer.

Por: Sofía Barrero Swipe

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Volcarse en el proyecto o negocio de nuestros sueños es un anhelo cada vez más apremiante, y sobre todo, necesario en el entorno VUCA (acrónimo en inglés para volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad) que estamos viviendo.

¿Por qué? Porque nunca sabemos si continuaremos en un trabajo fijo; si necesitaremos volvernos autónomos o por el puro gusto de dedicarnos a lo que más amamos hacer. Este artículo está dedicado a emprendedores que “todavía no le atinan” al cómo plantear su idea de negocio, platicaremos sobre una metodología emprendedora comprobada que tiene como punto de inicio una perspectiva inversa a lo que nos han enseñado tradicionalmente.


Las condiciones externas

El emprendimiento es una disciplina del campo de la administración cuya esencia es identificar cómo surgen las oportunidades de negocio, y cómo es que algunas personas son capaces de hacerlas realidad y otras no. Se ubica dentro del marco de las economías emergentes, las cuales han crecido en esta última década a un ritmo superior al de las desarrolladas, sumando una participación clave en el PIB mundial.

Según el reporte Global Entrepreneurship Monitor, que define los niveles de emprendimiento de un país sobre los 12 pilares de competitividad que sostienen a una economía, consideran a la de México dentro del nivel de eficiencia. Por el tamaño del mercado y su gran consumo interno, ocupa la posición No.12 a nivel mundial, lo que permite que sea atractivo para la actividad emprendedora.

Nadie puede dudar que los emprendedores jugamos un papel fundamental en el desarrollo económico de nuestro país, cuyo ecosistema emprendedor se ha fortalecido los últimos año para colocarse como entre los mejores de América Latina.

 


Si el emprender es cosa seria; si México es un país emprendedor; si somos clave para la economía del país… ¿Cómo es que cerca del 75% de los emprendimientos fracasan alrededor de los tres años? Se le atribuyen muchas causas, como la falta de ingresos, de indicadores del negocio, una planeación deficiente y problemas en la ejecución en la hipótesis de negocio y oportunidades de mercado.

Pero, en mi experiencia de una década como consultora de comunicación y visibilidad de negocios en Introsphera, he encontrado, además, un patrón que siempre falla al iniciar el emprendimiento: su verdadero propósito en esta tierra y su alineación con lo que el mundo necesita (ojo, y no sólo con el mercado final como dicta la teoría).


Las metodologías

Los tiempos de iniciar un negocio sin metodología ya quedaron atrás. En lo que llevamos del siglo XXI diversas herramientas y modelos académicos y empresariales ágiles han surgido para guiarnos: Design Thinking (Brown,2008), el conocido Business Model Canvas (Osterwlader,2009), Lean Startup (Ries,2011) o la metodología Sprint (Knapp,2016), por mencionar algunas.

Todas ellas muy útiles para medir la viabilidad de un proyecto y sobre todo, para plantearlo de manera más eficiente, sin perder tanto tiempo y lo mejor, sin invertir los ahorros propios o de la familia, hasta que por lo menos, logremos validarla en el mercado.

Sin embargo, hay un elemento previo y fundamental que suele pasarse por alto en todas ellas y que es justo la clave, algo así como el norte en su brújula, su ADN: la alineación de la misión personal con lo que el mundo necesita. Así es como me inspiré para hacer la adaptación del IKIGAI japonés tradicional al IKIGAI Empresarial como metodología de arranque, antes siquiera de escribir un canvas model.


IKIGAI tradicional

Significa “por lo que me levanto en las mañanas” y forma parte de una filosofía de vida y de longevidad oriental. ¿Quién no conoce el ejercicio de los círculos del IKIGAI para orientar su misión de vida?

El IKIGAI nos recuerda que venimos a gozar la vida, a trabajar para ayudar a los demás sabiendo que en la medida que contribuyamos, nos hacemos almas grandes. Que, si brindamos lo mejor de nosotros, segregaremos serotonina y oxitocina, que es una señal indudable que esta forma de vida nos mejora en todos los sentidos (datos interesantes a la hora de ofrecer nuestros servicios).


IKIGAI Empresarial

Adaptado por INTROSPHERA como metodología de arranque, el IKIGAI Empresarial se suma como una forma de alineamiento entre nuestra misión personal y profesional, para generar valor a nuestras vidas, a las de nuestros clientes y al colectivo en general. En este marco de metodología de arranque, nuestros proyectos superan la lógica empresarial del siglo pasado de emprender sólo para vender un producto o servicio.


 Una persona que cumple su IKIGAI es una bendición para el planeta”.

 


Empieza  tu IKIGAI Empresarial

Si te fijas bien, en el gráfico se muestran cuatro círculos que se conjugan y dejan en el centro un sweet spot”, una semilla que contiene tu razón de emprender y recibir dinero por ello.

  1. ¿Cuál es mi talento por el que el mundo debe pagarme? Este es el centro del Ikigai, donde confluye nuestra misión, pasión, profesión y vocación. Actualmente es la base de muchos coachings de vida para definir vocación.
  2. ¿Qué necesita el mundo de mí? Y no ¿Qué necesito del mundo? Según Gregg Braden en La Pregunta que cambiará tu Vida es crucial identificar lo que el entorno VUCA necesita. Enlista una serie de problemas por resolver (que tu idea de servicio puede solucionar). Una cosa es identificar lo que mi mercado quiere (mediante estudios de mercado o sondeos), y otra es llevarlo a un propósito más elevado que maximizar ganancias o perseguir unicornios.
  3. ¿Qué metodología seguir? Ahora sí, crea un plan de negocios. Elije una metodología como las mencionadas anteriormente, que te permita diseñar una Unidad Mínima Viable (UMV) o prototipo antes de invertir.
  4. ¿Qué modelo de impacto social-ambiental puedo incluir en mi modelo de negocios cualquiera que este sea? Por último, considera brindar servicio a la comunidad con tu servicio o producto, replanteándote el objetivo de tu actividad económica.

¿Qué me asegura el IKIGAI?

El IKIGAI Empresarial refleja la filosofía laboral del siglo XXI, como lo contempla el primer principio del Capitalismo Consciente: trabajar y emprender con propósito, con IKIGAI. En este periodo post pandemia con sus implicaciones y complicaciones socioeconómicas y ambientales es urgente que como humanidad podamos estar más conectados con nosotros mismos, con los demás y con el medio ambiente, de manera que logremos aportar lo mejor hacia las situaciones y problemas que aquejan al mundo.

Al final, de lo que se trata esta vida es dedicarte a lo que te gusta, con propósito, y con mayor bienestar para todos.

 

*Sofía Barrero es fundadora de Introsphera, consultoría en comunicación y visibilidad. Puedes contactarla en LinkedIn en INTROSPHERA CONSULTORÍA.

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