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EMPRENDER EN FEMENINO

A nivel conceptual, emprender es una actividad abierta para hombres y mujeres que buscan autonomía y crecimiento personal, pero las condiciones externas cambian la perspectiva de acción de cada uno.

Por: Sofía Barrero Swipe

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¿El emprendimiento femenino y masculino son diferentes? Me he dado cuenta de que la respuesta varía si la responde un hombre o una mujer. ¿Por qué separarnos como sociedad, ¿Qué diferencia hay?, ¿Por qué distinguir por género?, si emprender es emprender sin distinción, dicen por ahí.

Esta afirmación es verdad hasta cierto punto. Emprender es una disciplina del campo de la administración cuya esencia es identificar cómo surgen las oportunidades de negocio y cómo algunas personas son capaces de hacerlas realidad y otras no. Se ubica dentro del marco de las economías emergentes, las cuales han crecido en esta última década a un ritmo superior al de las desarrolladas, sumando una participación clave en el PIB mundial.

A nivel conceptual, emprender es una actividad abierta para hombres y mujeres que buscan autonomía y crecimiento personal. Pero las condiciones externas cambian la perspectiva de acción de cada uno.


¿Cuál es la diferencia entonces?

Crear un emprendimiento es un camino muy específico que requiere habilidades y conocimiento, que se van adquiriendo con preparación y con mentoría. Sin embargo, según un estudio de Into The Minds, elaborado en 2021, las condiciones del emprendimiento no son las mismas pues no creamos el proyecto del mismo modo, lo cual tiene consecuencias prácticas en las oportunidades de éxito.

Voy a enlistar cuatro de los siete factores que marcan la diferencia, según el estudio de 2021, apoyado con mi práctica en consultoría para iniciar bien los emprendimientos. Más que una comparación entre lo femenino y lo masculino, lo que pretendo es añadir algunos consejos para incrementar las posibilidades de éxito de las mujeres cuando emprenden.


La motivación para emprender entre géneros es diferente. Los hombres tienden más a identificar las oportunidades de negocio sin necesariamente querer adaptarlas a su estilo de vida. Nosotras en lo general, buscamos autonomía y flexibilidad para nuestro cotidiano, principalmente por el rol de madre.

Según mi experiencia, las mujeres buscamos desarrollarnos en lo individual, mientras atendemos a nuestra familia (principalmente cuando los niños son pequeños) e ingresar recursos económicos con un emprendimiento que se adapte a nosotras (y no al revés como suele suceder con el masculino). Consideremos que muchas mujeres trabajan la doble jornada, o son cabeza de su hogar, lo que las lleva a emprender de una manera “más improvisada”, con una gran necesidad de flexibilidad de horarios.

Tip: Hazte consciente del por qué más profundo de tu emprendimiento. Identifica tu necesidad de flexibilidad y busca apoyo. Una amiga pedagoga, cuando me ve tan apurada haciendo malabares entre mi trabajo y mi familia, me recuerda que los hijos se educan en equipo, sobre todo del núcleo familiar pero también de otros círculos de mujeres que pueden apoyarnos. Por tanto, busca apoyo con otras mujeres, en networkings femeninos que entienden nuestra necesidad de desarrollar nuestro negocio al mismo tiempo que cumplimos nuestros otros roles.


Según el reporte de Into The Minds, la mujer tiende más a formarse como emprendedora antes de actuar, y los hombres a buscar directamente a los clientes potenciales. En redes encontramos un sin número de cursos, talleres, diplomados sobre diferentes temas que nos ayudan a incrementar la posibilidad de éxito. Para ambos, es un paso indispensable. Sin embargo, las mujeres además requerimos apoyo extra para hacer frente al estrés y la disciplina que requiere sacar adelante un emprendimiento.

Tip: Selecciona muy bien los cursos que busques para no invertir tanto tiempo en capacitaciones, networkings, entre otros, que ofrecen contenido pobre. Mejor fórmate con revistas como esta, escucha podcasts, y forja una visión general del camino que queda por recorrer. Invierte en un programa de mentoría, de coaching para ir más a la segura.

Selecciona programas especializados en mujeres, pues lo que he constatado en mi práctica como consultora, es que un emprendimiento femenino sin apoyo tiene hasta un 90% de desistir.


La investigación mencionada dice que las mujeres tendemos a estar más preocupadas por lo que viene en el mundo. Mucha de nuestra energía femenina se nos va administrando mejor nuestra casa, educando, alimentando y cuidando a nuestra familia. Eso no significa que los hombres no lo hagan, pero la respuesta ante los escenarios futuros es diferente.

Puedo perfectamente imaginar a una mujer buscando opciones más creativas ante la crisis planetaria para ahorrar, y cuidar más la calidad de vida familiar y de su entorno. Esto, sin lugar a duda, afecta nuestra organización del tiempo para invertirle a la disciplina del emprendimiento.

Tip: Definitivamente necesitamos ir en comunidad, reunirnos con otras personas, con mujeres que nos acompañen a minimizar los estragos de la crisis que estamos viviendo. Es indispensable hacer alianzas y redes femeninas que nos equilibren en nuestros diferentes roles. Te sugiero para inspirarte leer el libro El milagro del sustento femenino, que escribí en coautoría.


Pareciera que a las mujeres nos ataca más el síndrome del impostor, que se define como la falta de reconocimiento del esfuerzo propio y piensa que ha obtenido sus logros por suerte, casualidad o por el apoyo de otra persona. En otras palabras, nos cuesta mucho creérnosla.

Este síndrome también ataca a los hombres cuando lanzan un emprendimiento, pero para las mujeres requiere muchas veces luchar contra el entorno cultural donde hemos aprendido más a dar que a recibir, y por lo mismo a dar por hecho que debe ser así. Nos ha llevado a estar más afuera y con poca capacidad de auto reconocernos. Esto queda evidente cuando emprendemos pues nos cuesta valorar nuestro esfuerzo.

Tip: Trabajar fuerte en la conexión con nuestra esencia, poner atención en el autocuidado, aprenderle valor a nuestros servicios y productos y defender nuestro tiempo para nosotras mismas.

Aprendamos a no actuar solas, a buscar un buen asesoramiento externo. Te invito a que te integres a mi grupo de mujeres El Milagro del sustento femenino en Facebook, que fue creado justo para acompañarnos y dejar de preocuparnos por el futuro, aportando lo mejor para nosotras y los demás ¡Te esperamos!

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