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LA FÓRMULA PERFECTA PARA SER UN FRACASADO

Domina tus miedos y mantén una mentalidad de aprendizaje constante, recuerda que el fracaso es la antesala del éxito.

Por: Mario Elsner Swipe

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Muchos de nosotros hemos fracasado a lo largo de nuestra vida, no solo una vez, sino muchas veces. La realidad es que el fracaso es la antesala del éxito. Sin embargo, debemos tener claro que fallar en algo, no es lo mismo a ser un fracasado; ya que este es un estilo de vida, no un verbo.

Para mí la definición fracasado se conjunta en la siguiente fórmula:

Fracasado = (Miedos + Arrogancia de aprendizaje) * Zona de confort

La fórmula del éxito puede plasmarse de la siguiente manera:

Como podrás observar, fracasar está dentro de la fórmula del éxito. Incluso es un ingrediente importante, ya que, si no fracasas, no aprendes. Imagínate que todo en la vida te salga bien, claramente esto es una falacia, y si aun así fuese verdad, no sabrías cómo reaccionar cuando te vaya mal. Los grandes aliados de la mentalidad de fracasado son los siguientes.


Los miedos que limitan tu potencia

El miedo se transforma en argumento cuando nos repetimos una y otra vez ese pensamiento de que es mejor no hacer las cosas o tomar esas decisiones valientes. Lo alimentamos y lo hacemos crecer cuando nos convencemos de que no necesitamos realmente correr los riesgos, y que estamos cómodos. “¿Para qué? No hay necesidad”, nos decimos.

Tenemos tanto miedo a muchos factores que pateamos por un tiempo la realidad de que, para poder avanzar, tenemos muchas veces que dar un paso y arriesgarnos a fallar. Pero preferimos mantenernos sin riesgos.

 


La realidad es que el miedo es un estado futuro, ya que muchas veces ni siquiera estamos en riesgo cuando pensamos las cosas: simplemente nuestra cabeza nos juega escenarios o visiones futuras en las que solo ocurre lo malo.

Esto nos obstaculiza muchas veces de ver incluso las recompensas y nos genera una sensación de temor. Por consiguiente, nos convencemos de manera contundente con excusas y pretextos de NO tomar acción.

Ahora, cuando no te quede otra opción tendrás que intentarlo ¿No crees que es mejor dominar tus miedos antes que ponerte en una situación complicada?


El fracaso

Para algunas personas fracasar es como ponerse una letra escarlata; solo el pensar que alguien nos diga loser (perdedor) nos eriza la piel. Consideramos que es imperdonable, un resultado que no nos podemos permitir. Sin embargo, nos equivocamos, ya que el éxito o el fracaso no nos define como personas, al contrario, es algo que nos hace crecer, y lo peor que nos podría pasar es no hacer nada.

Tenemos que separar el tema del fracaso al de cometer errores, porque la diferencia más que sacarla de Wikipedia, es saber que uno, a lo largo de su vida cometerá errores: fracasará. Este es el estado mental que nos lleva al éxito. Cometer errores es normal.

Error no es lo mismo que fracaso, así que date el permiso de cometer errores y de fracasar, pero nunca te metas en una mentalidad de fracasado, porque este es irónicamente el estado en el cual te encontrarás por no intentarlo y darte la oportunidad de fracasar.


El qué dirán

Este se genera cuando se le da demasiada importancia a lo que la gente piensa o dice. La realidad es que a la gente no le importas. Ese poder simplemente se lo das tú, incluso en muchos casos los sobrevaloras.

A veces estás tan inmersos en este estado mental, que todo consejo lo ves como critica o un ataque personal; cuando muchas veces, si tiene una mentalidad abierta, lo puedes ver como un aprendizaje.

Este miedo se traduce al temor de que no te aprecien o acepten tal y como eres y esto genera cambios en tus conductas y decisiones. Buscas complacer o agradar, y muestras facetas que son diferentes a lo que en realidad eres, lo que te crea conflictos de todo tipo, incluso emocionales, y eso se da por que pierdes algo que te diferencia: tu autenticidad.


El sustento

Sinceramente, si más personas tuvieran menos miedo a perder, habría más ganadores y triunfadores en el mundo.

El temor a perder el dinero, el poco o mucho que tengas, en los emprendimientos o inversiones, acaba con millones de sueños año tras año.

Irónicamente nos genera más miedo perder lo que tenemos que vislumbrar las posibilidades de éxito. Parecería que los que tienen menos que perder son los que menos temen.

Si tienes trabajo y tienes miedo de arriesgarte, ¿por qué esperas a que te despidan, para atreverte?


La falta de información

Puede sonar obvio, pero es difícil que tengas la suficiente información para empezar y tomar decisiones, uno no lo sabe todo. Todos tenemos lagunas en nuestro conocimiento o puntos ciegos en la cantidad de información que hemos ido acumulando en la vida. Tienes que ser consciente de ello.

Esto te ayudará a mitigar esas brechas. Si te preocupa no tener la suficiente información o experiencia en cierta área, empieza a aceptar esta situación.

No se trata de saberlo todo, se trata de rodearte de gente que sí sepa lo que tú no puedes llegar a saber.

Lo que es una realidad es que todos queremos tomar las decisiones correctas, pero es súper difícil poder controlar todos los ángulos en cualquier escenario. Tienes que confiar más en tu capacidad de solución que en tu conocimiento del 100% de las cosas.

Un error común es creer que pedir ayuda es un reflejo de debilidad. No lo es, encuentra coaches, mentores y recursos que te ayuden a rellenar tus puntos débiles. Busca la retroalimentación de otros en cada paso del camino, pero no permitas que el miedo te haga cuestionarte todo el tiempo lo que sí sabes. Ten confianza en ti mismo y confía en tu instinto.


Renunciar a lo bueno

Aunque puede parecer contradictorio, a veces preferimos quedarnos en lo conocido y ser infelices que explorar lo incierto. El refrán es «mejor un mal conocido que un bueno por conocer» explica a detalle esa manera de pensar.

Siempre lo incierto generara ansiedad y miedo. Entender ¿Qué nos detiene? y ¿Cuáles son esos temores que nos mantienen paralizados?, es el primer paso para dejar atrás los problemas de la zona de confort.


Arrogancia de aprendizaje

El pecado capital de muchos es pensar que desde el momento en que uno sale de la escuela y cierra su último libro, no tendrá que seguir aprendiendo. Esto normalmente es al revés, porque es cuando más se tiene que aprender. En el momento que dejas de aprender, dejas de crecer.

Otro tema, es que muchas veces se puede caer en el pensamiento de que ya lo sabes todo, y que no necesitas consejo de nadie. Parte del éxito es mantenerte en un constante aprendizaje y más de las competencias que no dominas.

Tenemos que considerar que, aunque algo nos funcione por un tiempo, no significa que nos servirá en el futuro, todo tiene que evolucionar. Para esto, tienes que darte la oportunidad de entender que el momento en que dejes de aprender, dejarás de crecer.


Zona de confort

La zona de confort es un espacio o estilo de vida, donde nuestras actividades y comportamientos se ajustan a una rutina que minimiza el nivel de estrés y riesgo. Nos proporciona cierta seguridad mental. No caben las dudas. Los beneficios son obvios: un nivel de satisfacción aceptable, baja ansiedad y relativamente poco estrés. Sin embargo, las desventajas de la zona de confort son que tú te metes en una jaula invisible y tú mismo cierras la puerta.

Normalmente la zona de confort se distingue porque:

  • Impide que alcances tu máximo potencial
  • Te vuelve muy cerrado a los cambios
  • Desaparece tu nivel de creatividad e innovación

Así que, como siempre digo “el mañana es el nuevo hoy”, y sin duda, fracasar va a ser algo que tenemos que vivir y superar. El problema no es fracasar, el problema es quedarte con la mentalidad de Fracasado.


Al igual que muchas personas, yo he fracasado infinidad de veces. Sin embargo, el diferenciador más grande en los equipos de trabajo que actualmente lidero es que seguimos un proceso que nos permite, ante los duros golpes de la vida o de los negocios, resurgir de las cenizas, tal como el Ave Fénix, y no quedarnos en un ambiente cómodo.

A final de cuentas la vida termina siendo un sube y baja, como serpientes y escaleras. Un error te puede bajar y regresar a la casilla inicial, pero si logras aceptar que fracasar es un ingrediente del éxito, sabrás que así como pudiste bajar, podrás encontrar un acelerador que te lleve a avanzar más casillas y te acerque a tu meta.

 

Mario Elsner es mentor de negocios y fundador de Business Game Changers. Puedes seguirlo en su página de Facebook o escribirle a [email protected]

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